Primero. 

Proponer formatos artísticos y culturales a medida de los pueblos, desde una agenda cultural más elaborada, más amplia y si cabe de más calidad. Buscando así estabilidad, continuidad y otorgando mejor referencia de una comarca.

 

Segundo. 

Conseguir una mayor coordinación institucional para distribución de la actividad cultural en las distintas épocas del año, ayudando a programarla, dinamizarla y desestacionar la programación cubriendo todos los meses del año.

 

Tercero.

Ofrecer más motivos a un público familiar para que busque referencias e interés en la belleza propia que ofrecen estas villas y pueblos en las distintas épocas del año. Que permanezca, recomiende y vuelva, tratando de dinamizar la economía local y comarcal.

 

Cuarto. 

Impulsar el desarrollo de una imagen cultural comarcal propia, que marque una clara identidad y singularidad, para reconocerlo en el tiempo como un producto único.

Quinto. 

Generar sinergias dinamizadoras de la vida social y cultural de los pueblos, favoreciendo la identidad, la autoestima o la cohesión. Activar dispositivos para la transformación social y económica o desarrollo personal y colectivo.

Sexto. 

Sumar al proyecto la adhesión de otras localidades para alcanzar una mayor extensión comarcal que unida en red, permita fortalecer lazos para alcanzar mayores objetivos y mejor visibilidad territorial. Esta posible vinculación se determinaría mediante correspondiente invitación al proyecto.

 

Séptimo. 

Alcanzar un trazado de necesaria sostenibilidad que favorezca su progresiva implantación y estabilidad futura, para la obtención de los resultados esperados de un trabajo colectivo

 

Octavo. 

Procurar el necesario fomento de la cooperación entre instituciones, tanto públicas como privadas.

 

Noveno. 

Posibilitar la participación de los diferentes grupos sociales, mediante el acceso a nuevas manifestaciones culturales.

 

Décimo. 

Promover actividades que favorezcan la recuperación de las manifestaciones culturales autóctonas y su promoción.

 

Undécimo. 

Crear mecanismos participativos entre los responsables municipales en materia de Cultura para obtener el mejor y óptimo rendimiento de los recursos culturales en los ayuntamientos.

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